INTI-Mar del Plata firmó convenio con una empresa pesquera nacional con el objetivo de contribuir a solucionar la problemática que ocasionan los residuos del procesado industrial de langostinos en la Patagonia Argentina.
El langostino es el principal crustáceo explotado a lo largo del Mar Argentino: Puerto Deseado, Rawson y Puerto Madryn son los principales sitios de desembarque, donde en 2016 se registraron 166 mil toneladas.
Año tras año, una importante fracción de esta captura se procesa en tierra generando grandes volúmenes de residuos, que al no contar con plantas que los aproveche, se disponen a cielo abierto generando problemas ambientales en las zonas de disposición final, lo que imposibilita el desarrollo de productos con valor agregado.
Mientras se avanza en la búsqueda de alternativas para la problemática ambiental, las provincias afectadas aumentaron las tasas para la disposición final de dichos residuos en cavas. En respuesta, gran parte de las empresas pesqueras, para evitar estos costos, exportan los langostinos sin agregado de valor a países como Perú, Guatemala y China, lo que termina afectando el nivel de empleo en tierra.
En otros países, las alternativas planteadas para la utilización de los residuos generados van desde el procesado en plantas harineras, la obtención de compost, la producción de ensilado hasta la extracción de quitina y obtención de quitosano.
En este contexto, el INTI firmó un convenio con Pesquera Veraz S.A., una empresa dedicada a la pesca extractiva, el procesamiento y la comercialización de productos del mar. El propósito del Instituto es desarrollar, adaptar e implementar tecnologías que contribuyan a solucionar la problemática que ocasionan los residuos del procesado industrial de langostinos de las plantas que esta empresa tiene en Rawson y Puerto Deseado. Federico Angeleri, vicepresidente de la firma, expresó que el compromiso con el medio ambiente impulsó esta iniciativa y los llevó a “estrechar lazos con el INTI para buscar una solución al problema”.
La tecnología que busca implementarse estará orientada a convertir residuos de alto impacto ambiental en productos comerciales, mediante procesos limpios. En principio se trabajará en la estabilización de los residuos para la extracción de quitina, el principal componente estructural del exoesqueleto de los crustáceos. Mediante una reacción de desacetilación se obtiene el quitosano, un biopolímero policatiónico biodegradable, biocompatible, no tóxico y antimicrobiano, En la última década, estos biopolímeros captaron la atención tanto de la industria como de las ciencias aplicadas, gracias que a sus propiedades les permiten alcanzar aplicaciones que van desde la agricultura hasta la biomedicina.
Este encuentro entre el INTI y la industria es el puntapié inicial de un trabajo en conjunto, cuyo objetivo es aumentar la productividad y competitividad de la empresa a través de la asistencia y asesoramiento del Instituto en el desarrollo de productos, diseño de equipos y tratamientos de efluentes, entre otros.